Todos tenemos objetivos y sueños, pero no todos los consiguen. No por falta de valía, no por falta de capacidad en cuanto a los retos que nos ponemos, tan solo se trata de algo que generalmente nos limita, que no son personas ajenas a nosotros. Simplemente somos nosotros, nosotros mismos, con esa voz que nunca calla que tenemos en la cabeza y que es triste decirlo, pero que se convierte muchas veces en nuestro mayor enemigo y es nuestro verdadero asesino de sueños.
¿Qué te parece si te muestro algunas cosas a tener en cuenta para que esto no ocurra y no abandones tus sueños como hasta ahora?
¡Vamos allá!
PONER EXCUSAS
Ponemos excusas continuamente y eso no es más que no asumir nuestra responsabilidad vital. Las excusas normalmente son en forma de culpas. Culpas a los demás y a uno mismo. “Es imposible”, “no soy capaz”, “no me ayudan”, “estoy solo en esto” todas estas afirmaciones y muchas otras más son parte de esta herramienta del ego para en forma de pensamiento y excusa abandones y te quedes en ese estado mental de víctima. El estado de víctima nunca consigue nada. No lo olvides.
DUDAR DE TI Y DE TUS CAPACIDADES
La voz que no calla intenta justificarte tu posible fracaso, tiene un rol de protección, “para que no te decepciones” pero en realidad es el verdadero verdugo de tu sueño. Y utiliza la estrategia más fácil que no es otra que hacerte creer que no puedes realizar lo que te has propuesto.
Si estás en la mentalidad de víctima, abandonarás tu sueño y te quedarás en tu denominada zona de confort. Analiza como de mediocre es esta zona, quizás te sirva para cambiar tu estado mental de víctima a guerrero y luchar por lo que anhelas. Todo lo que deseamos esta fuera de nuestra zona de confort. ¿Vas a renunciar a ello?
RODEARTE DE GENTE NEGATIVA
Si nos rodeamos de gente negativa terminaremos contagiados de esa negatividad. Ten cuidado con creerte esos argumentos negativos porque hacen que tengas una visión catastrófica de tu camino hacia la consecución del objetivo.
Ya lo hemos comentado en otros “post”. Somos la media de las 5 personas con las que más nos relacionamos… cuidado con esto porque puede ser que esté ahí tu ambiente de desaliento.
TENER PENSAMIENTOS NEGATIVOS
Según el DR. Mario Alonso Puig tenemos 50.000 pensamientos al día. De esos pensamientos 8 de cada 10 son negativos, normalmente de forma inconsciente, pero son negativos. Debemos determinar que pensamientos negativos estamos teniendo con respecto a los retos u objetivos que nos hemos marcado. Una vez detectados contra argumentar esos pensamientos para cambiar la emoción de ese pensamiento. Las decisiones las tomamos en función de las emociones, debemos evitar esa emoción negativa que nos producen los pensamientos o nunca saldremos de nuestra zona de … “Mediocridad”.
MIEDO A FALLAR
Este último punto es por causa de esas creencias limitantes e inculcadas desde pequeños. Nos han inculcado que fallar es malo, nos han hecho creer que tenemos que hacer todas las cosas bien y a la primera, de ahí que nos frustremos tanto cuando no nos salen las cosas que hemos intentado.
Fallar no solamente no es malo sino que es necesario para muchas cosas pero sobre todo para aprender. Los fallos y las frustraciones nos hacen crecer, nos hacen intentar superarnos. Cuanto más fallamos más aprendemos, es más si quieres un consejo te diré que falles cuanto antes, para que así en determinada edad no cometas fallos que quizás deberías haber aprendido cuando eras más joven.
En el mundo laboral dejemos fallar a nuestros colaboradores, ese será su mejor aprendizaje, en el mundo familiar también, esta creencia del miedo a fallar nos hace convertirnos por ejemplo en sobreprotectores de nuestros hijos. Les hacemos todo, para que no fallen, para que no se frustren, etc. No quiero decir con esto que los dejemos de la mano de Dios, como se suele decir, pero sí que les enseñemos a fallar para que aprendan y descubran cosas que deben de saber el día de mañana.
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